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«Me voy a morir y no sé lo que es ir a dar un paseo por A Coruña»

«Me voy a morir y no sé lo que es ir a dar un paseo por A Coruña»

By In Sin categoría On 19 diciembre, 2019


Un vecino de José Baldomir denuncia a la comunidad por oponerse a instalar una rampa en el portal.

A CORUÑA 

José Luis García le amputaron una pierna hace seis años y la otra puede que la pierda también. Desde entonces no tiene más mundo que la calle José Baldomir. Lo que ocurre más allá de esta vía del Agra del Orzán, lo ve en la tele o se lo imagina porque no puede sacar la silla de ruedas del portal. Las escaleras carecen de una rampa y, pese a que lleva pidiéndosela a la comunidad de propietarios desde que perdió la pierna, no lo han hecho. A este hombre de 60 años no le quedo otro camino para tomar el aire o sacar a su perro que poner su pierna ortopédica, coger las muletas y quedarse en el portal porque le es imposible ir más lejos. Cuando tiene que ir al médico o cuando tuvo que pleitear con los dueños del edificio, necesitó la ayuda de los técnicos de una ambulancia o del taxista con coche adaptado.

 

Ya no puede más, dice con lágrimas en los ojos. La casa se le cae encima. «Es como estar encarcelado, sin poder valerme por mí mismo», lamenta un hombre que se teme que va a perder la otra pierna, lo que lo postraría «para siempre en cama».

José Luis García cuenta con una ortopedia antigua que le imposibilita mantenerse en pie sin la ayuda de unas muletas. Por eso bajar los seis peldaños del portal le supone un mundo. Teme caer algún día. Hacerlo en silla de ruedas le es imposible. Solo le sirve para moverse por su habitación. «Al carecer de una rampa que apenas costaría unos mil euros o menos, la silla no la puedo sacar. Mucho menos una de batería que me he comprado ahorrando varios años y no hace más que ocuparme espacio en la casa porque no tengo cómo sacarla a la calle».

 

Problemas de movilidad aparte, José Luis no anda bien de salud. Y teme que los «pocos años» que le queden de vida, «tener que pasarlos encerrado en la misma habitación» que alquiló hace ocho años. «Me voy a morir y no sé lo que es dar un paseo por A Coruña», lamenta.

Sus problemas no acaban ahí. Para exigir ante la Justicia una rampa en el portal, tuvo que solicitar un abogado de oficio. Pero se lo denegaron. Y eso que sus únicos ingresos mensuales son de 380 euros.

En su edificio, el número 19 de José Baldomir, viven 12 vecinos y todos están con él. Pero ninguno tiene poder de decisión porque están alquilados. La junta de propietarios, que en un principio se negó a poner la rampa, dicen ahora que «todo está por ver y si hay que ponerla, se pondrá».


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