120.000 personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines se enfrentan a la crisis del COVID-19 en situación de vulnerabilidad
By BUDY In Sin categoría On 25 marzo, 2020
25/03/2020 |
Propuestas del Movimiento ASPACE para garantizar el bienestar de las personas con parálisis cerebral y sus familias Las patologías respiratorias crónicas y los problemas cardiovasculares asociados a esta pluridiscapacidad acentúan la vulnerabilidad de las personas con parálisis cerebral ante el COVID-19. El Movimiento ASPACE, formado por 85 entidades, 230 centros de atención directa, 5.300 profesionales y 20.700 personas asociadas demanda medidas para garantizar también la protección de este colectivo. La pandemia del COVID-19 ha sacudido a toda nuestra sociedad. Las entidades miembro del Movimiento Asociativo de la Parálisis Cerebral se han sumado a las medidas impulsadas por el Gobierno de España para frenar la curva de expansión del coronavirus. Nos hemos quedado en casa procediendo al cierre de todos los servicios de atención a la parálisis cerebral, excepto los residenciales. El 80% de las personas con parálisis cerebral tienen grandes necesidades de apoyo. Estas necesidades no desaparecen con la situación de confinamiento en la que las familias pasan a asumir durante 24 horas al día cuidados y en el que las entidades realizan seguimiento de las personas usuarias para ofrecer pautas que limiten el perjuicio de la ausencia de tratamientos. El efecto de esta coyuntura es muy preocupante en las personas usuarias de atención temprana, con alteraciones de conducta o afectaciones de salud. El intento de las entidades por mitigar el impacto del COVID-19 en la atención a las personas con parálisis cerebral se ve dificultado por la falta de personal que pueda desplazarse a los domicilios, por la escasez de EPIs para abordar esta labor y por la carencia de profesionales, dado que una parte debe de permanecer en cuarentena. Además, esta situación pone en riesgo la sostenibilidad de las entidades: el descuento en los conciertos de las plazas no ocupadas, la cancelación de actividades subvencionadas y el cese de prestaciones vinculadas a servicios; han obligado a gran parte de ellas a aplicar ERTEs. Todos estos factores no solo ponen en riesgo los avances sociosanitarios alcanzados por Confederación ASPACE y sus entidades a lo largo de más de 35 años de trayectoria, sino también la calidad de vida, la participación social y el ejercicio de derechos de 120.000 personas con parálisis cerebral y sus familias. Por todo ello, desde el Movimiento ASPACE realizamos las siguientes propuestas de acción para corregir los problemas surgidos en esta crisis.
En cuanto a la financiación de las entidades, son necesarias cuatro medidas que garantizarían la sostenibilidad de la atención a la parálisis cerebral a medio plazo:
Como en toda su historia de activismo social, Confederación ASPACE y las entidades de atención a la parálisis cerebral realizan estas propuestas desde una visión constructiva y colaborativa. Las personas con parálisis cerebral y sus familias no pueden ser un colectivo olvidado en esta crisis. Por todo ello, esperamos que estas medidas permitan evitar una situación de injusticia social con un colectivo muy vulnerable. Mientras tanto, el Movimiento ASPACE seguirá trabajando junto al Gobierno y sus Administraciones como desde el inicio de la crisis para aportar soluciones que ayuden a superar esta pandemia. Este virus lo paramos entre todos. Confederación ASPACE
Madrid. 25 de marzo de 2020.
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