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DIARIO DE UN CUIDADOR

DIARIO DE UN CUIDADOR

By In Sin categoría On 20 julio, 2020


 

Noelia, 37 años, madre
Lara, 9 años, hija con 97% de discapacidad. 17 kilos.

7:30 de la mañana, ya empiezo a escuchar a mi hija como se ha despertado, con su peculiar «aaa» me llama desde su cama, pero voy a aguantarla un poco porque es muy temprano aun.
Yo me levanto para arreglarme y levantar a Alma.
8:15 horas. Voy a su cuarto y en brazos la levanto de la cama al cambiador, donde le cambio el pañal, la visto, y la peino. Cada vez se me hace mas difícil debido a que como es normal, crece acorde a su edad, y en pocos años medirá como yo.
Nos vamos hasta el Salón, la siento en el sillón, rodeada con algunos cojines para evitar que se pueda caer, voy a la cocina y le preparo su rutinario medicamento y su desayuno, leche con cereales que tanto le gusta. En brazos la llevo al cuarto de baño para lavar sus dientes y estamos listas para irnos al cole.
9:00 horas. Dejo a Lara en el Colegio donde está hasta las 15:00. Seguidamente llevo a Alma a la guardería.
15:00 horas. Ismael, el padre de Lara, la recoge del Colegio, como tiene comedor, viene lista para cambiarla de ropa, pañal y peinarla.
15:30 horas. Lara, Alma y yo nos montamos en el coche. A alma la dejo a que la abuela, o en casa de alguna Tita y Lara y yo nos vamos a terapia.
16:00 horas. Llegamos a Aspace, en Granada, donde desde esta hora hasta las 18:15 realiza sus terapias de Psicología, logopedia y terapia ocupacional. Mientras tanto aprovecho para hacer algunas compras en el supermercado que hay cerca, ir a andar por los alrededores, o bien, conversar con esas madres que como yo, siempre tenemos dudas, preguntas, quebraderos de cabeza… O también, dejar eso a un lado y desconectar echando unas risas que tan bien nos sientan.
18:15 horas. Lara sale súper contenta de trabajar, es muy activa y disfruta en cada terapia. Nos montamos en el coche dirección Padul.
18:45 horas. Recogemos a la hermana y nos vamos a merendar. Lara se come su fruta triturada, que le hace mucho bien a la hora de ir al baño, porque al estar siempre tumbada o sentada la digestión no la hace muy bien.
19:00 aquí hay una hora y media de tiempo muerto que es muy difícil de sobrellevar. Ponemos música, comemos gusanitos, jugamos un rato en la alfombra… Pero hay cosas que a Lara no le gustan mucho y se enfada y llora desconsoladamente… El problema es que la comunicación conmigo es casi nula, 90% instinto maternal..
20:30 horas. En brazos la subo a su dormitorio, donde la preparo para su baño diario. La vuelvo a llevar en brazos hasta el baño, a veces debido a su Epasticidad, es complicado llevarla en brazos porque las piernas y brazos ocupan toda la anchura del pasillo.
La pongo en su adaptador dentro de la bañera, y agachada la baño. Coloco su Albornoz en la tapa del WC y la vuelvo a coger en peso hasta sentarla y liarla en él. Siempre con mas maña que fuerza… Nos vamos de nuevo a su dormitorio donde le pongo su pañal y su pijama y en brazos nos volvemos a bajar para cenar.
20:45 horas. En su silla de ruedas le doy su cena y su medicamento, y ya está lista para ir a dormir.
21:00 horas. En brazos volvemos a subir para acostarla. Y como esta tan cansada, se duerme en su cama solita hasta otro día.

Esto es un jueves cualquiera del año, pero tanto un lunes, sábado u otro día de la semana, vienen a ser prácticamente igual, con todo lo que conlleva el criar a otra hija de 2 años, que en muchas ocasiones no entiende que Lara necesita ayuda para todo. Llevando una casa, compras, asuntos personales, etc etc.
Mi reconocimiento a todas esas madres que como yo, que entregan su cuerpo, su fuerza, su tiempo a sus hijos.


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