Una carrera, un niño con discapacidad intelectual y su hermano que le guía: “¿A que lo he hecho bien, papá?»
By BUDY In Sin categoría On 16 diciembre, 2021
15/12/2012
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Diego compite en atletismo con su hermano de 7 años, que le guía para que no se desoriente
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Fue el primer niño con discapacidad intelectual en correr la San Silvestre de su ciudad
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Ha corrido su última carrera este domingo 12 de diciembre
Esta historia es tan pequeña como Mauro, que tiene solo siete años, y a la vez tan grande como el espíritu de superación de Diego, que tiene nueve y una discapacidad intelectual. Aunque en realidad podría ser tan grande como el corazón de Mauro y tan pequeña como las probabilidades que le dieron a Diego de hablar. Porque cuando le diagnosticaron trastorno específico del lenguaje asociado a una discapacidad intelectual del 45% -lo que entonces los médicos calificaron de autismo aunque luego no lo era- Diego no se comunicaba. No fijaba la mirada, apenas conectaba con su alrededor. Ahora habla, lee y hasta multiplica. Y corre carreras, siempre acompañado de su hermano Mauro, que ejerce de guía.
Detrás de su evolución están sus padres, Susana -que compagina su trabajo en hostelería con el doble grado de Magisterio en Audición y Lenguaje- y Fran, maestro, amante del deporte y del Atleti. Que parece un dato superfluo, pero no lo es, porque él dice que a sus hijos, «como son del Atleti», no les importa tanto ganar, pero sí saben «luchar y llegar hasta el final». Por eso se enorgullece cuando Diego y Mauro celebran cada meta de cada carrera que corren, aunque a veces lleguen los últimos, como si hubieran hecho podio: «Y Diego levanta los brazos, sonríe, se muestra feliz», cuenta Fran.
Fue el padre quien se dio cuenta de lo beneficioso que era el deporte para su chico. Desde bien pequeños los dos hermanos montan en bici, nadan -el pequeño aprendió con dos años- y ahora corren. Siempre juntos. Diego empezó en 2019, cuando sus padres le apuntaron a la San Silvestre infantil de su ciudad, Alcalá de Henares. Y al terminar esa carrera el pequeño tuvo uno de los primeros momentos de gran conexión con su padre.
Cuando llegó a la meta mi hijo, que apenas se comunicaba, me miró y me dijo: «Papá, ¿a que lo he hecho muy bien?» Y yo me eché a llorar», cuenta Fran, padre de Diego y Mauro
«El problema era que Diego con tanta gente, el recorrido puesto con cintas… Podía desorientarse, pensar que las cintas son para pasar por debajo, o para saltarlas. Necesitaba a su lado un guía, alguien que le ayudase a llegar al final«, cuenta su padre. En 2019 Mauro tenía solamente cinco años y no le admitían en la competición, así que Fran se hizo una camiseta con la leyenda Guía de superhéroe y acompañó a Diego.
«Le costó mucho, se cansa en las carreras. Pero cuando llegó a la meta mi hijo, que apenas se comunicaba, me miró y me dijo: «Papá, ¿a que lo he hecho muy bien?» Y yo me eché a llorar, de ver cómo había conectado conmigo y el esfuerzo que había hecho», se emociona Fran.
Desde entonces Diego no ha dejado de correr. Pertenece a la Escuela Adaptada del Club Atletismo San Fernando (CASF), corre en la categoría T20 de paralímpicos. «Pero sobre todo disfruta», puntualiza el padre. Y más cuando puede correr con su hermano Mauro, de siete años, al que le da igual ganar, llegar primero o último, porque él lo que hace es correr con su hermano: le da un pequeño toque cuando se despista, sin dejar de mirarle, animándole cuando el mayor se cansa, con los brazos abiertos como si quisiera abrazarle durante la carrera. La última vez que han corrido juntos fue este pasado domingo 12 de diciembre en Alcalá de Henares.
Dos hermanos siempre juntos
Diego y Mauro van al mismo cole, una escuela pública inclusiva (que no de integración) y por las tardes estudian en casa, a veces bajan al parque, o van a las terapias de Diego. Y Mauro pocas veces se queja, a pesar de que han pasado algunos años muy atareados para conseguir tantos avances en su hermano. «Mauro ha sido el mejor logopeda para Diego», dice su padre.
Porque los dos hermanos saben lo que es el esfuerzo, en el colegio, en la vida y en las carreras. Diego sólo entiende que le cuesta mucho pero que hasta que no llegue a meta no puede parar, y Mauro no compite con los demás, sino que corre para sí mismo, «y se sienten como estrellas de rock», se ríe Fran. Y sí que lo son en la prensa local de la ciudad.
Una San Silvestre con guías
Un esfuerzo, el de los niños, que también realizan los padres. Ahora Fran está muy atareado con su participación en la organización de la San Silvestre de Alcalá de Henares. Porque tras la experiencia de 2019 los organizadores le pidieron que les ayudara a hacer la carrera inclusiva. Es decir, que puedan correr niños y adultos con discapacidades intelectuales en la misma categoría que el resto de participantes.
Para esto hacen falta guías, corredores que ayuden a estas personas a terminar el recorrido. «Y yo les he ayudado a buscar a estos acompañantes, gente que conozco con empatía, con paciencia y con ganas de ayudar», explica Fran. Así que la San Silvestre alcalaína será una de las pocas carreras inclusivas de ese día. El hombre insiste en que el objetivo es que todos puedan participar en la carrera, porque «estas personas pueden hacer cosas, solamente necesitan un poco de ayuda de la sociedad».
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